La tiroides es una pequeña glándula encargada de producir hormonas que controlan muchas de las funciones más importantes del cuerpo. Cuando la producción de estas hormonas se ve alterada, aparecen diferentes trastornos que afectan a cerca de 200 millones de personas en todo el mundo, según estimación publicada por la revista británica The Lancet.

Las hormonas tiroideas mantienen la homeostasis del cuerpo y regulan el metabolismo, por lo que su desequilibrio afecta funciones corporales tan diversas e importantes como la respiración, la temperatura corporal, el ritmo cardíaco, el peso, la digestión y el estado de ánimo.

Algunos de los trastornos tiroideos más comunes son el hipertiroidismo, el hipotiroidismo, la tiroiditis y la tiroiditis de Hashimoto. 

En este artículo exploraremos los síntomas de los trastornos tiroideos, su impacto en la salud humana y el abordaje que hacemos desde la medicina funcional/integrativa para su tratamiento. 

¿Cuáles son los síntomas más comunes de trastornos tiroideos?

Cuando se tiene una tiroides hiperactiva (que produce demasiadas hormonas):

• Ansiedad, irritabilidad o nerviosismo
• Pérdida de peso inexplicable
• Periodos menstruales irregulares o ausencia de la menstruación
• Mayor sensibilidad al calor
• Latidos cardíacos irregulares o rápidos.

Cuando se tiene una tiroides hipoactiva (que produce muy pocas hormonas):

• Cansancio o fatiga generalizada
• Aumento de peso inexplicable
• Periodos menstruales frecuentes o abundantes
• Intolerancia al frío
• Piel seca o cabello seco y quebradizo.

Encontramos en la actualidad un gran número de mujeres que están tomando complementos hormonales con diagnóstico de hipotiroidismo por tener cifras altas de la TSH (Hormona estimulante de la tiroides producida por la Hipófisis). En la mayor parte de estos casos se está haciendo un diagnóstico inapropiado o incluso incorrecto provocando verdadera deficiencia de la tiroides al suministrarle complementación innecesaria. En la mayor parte de esos casos la causa radica en la gastritis  que presenta la paciente y el efecto nocivo de los medicamentos usados para pretender corregirla, así como las estatinas suministradas para el colesterol alto, el estrés por efecto del cortisol  e intolerancias alimenticias que generan tiroiditis o una enfermedad autoinmune conocida como tiroiditis de Hashimoto.

¿Por qué es importante abordar oportunamente los trastornos de la tiroides?

Los trastornos de la tiroides pueden afectar a prácticamente todos los sistemas del cuerpo (endocrino, circulatorio y cardiovascular, respiratorio, nervioso, respiratorio, digestivo y reproductivo) ocasionando síntomas serios que pueden afectar seriamente la calidad de vida de quienes los padecen.

Además, los trastornos de la tiroides se asocian cada vez más con un mayor riesgo de desarrollar otras afecciones, como enfermedades cardiovasculares, síndrome metabólico, obesidad, enfermedades renales, depresión y trastornos de ansiedad.

Todo lo anterior hace que su diagnóstico oportuno, tratamiento personalizado y abordaje integral sean no solo importantes, sino muy necesarios y urgentes.

Enfoque integrativo/funcional para los trastornos de la tiroides

La medicina funcional e integrativa se ocupa de ir hasta la causa raíz de cualquier enfermedad o disfunción del cuerpo, y por ello, nuestra primera línea de tratamiento consiste en revisar, abordar y corregir cualquier falla que haya propiciado la aparición de un desequilibrio en las hormonas tiroideas.

Algunos de los aspectos más importantes que analizamos, por ser desencadenantes comunes de problemas en la tiroides, son:

• Deficiencias de nutrientes importantes para la producción y el metabolismo adecuado de las hormonas tiroideas, como son el yodo y el hierro.
• Disruptores endocrinos que pueden estar presentes en ciertos alimentos, envases de alimentos, agua y productos de cuidado personal
• Alteraciones de la salud intestinal como disbiosis, inflamación o permeabilidad.
• Estrés o infecciones crónicas 
  Inflamación sistémica y sistema inmunitario hiperactivo.
• Hígado sobrecargado y perezoso.
• Daños colaterales provocados por medicamentos químicos.

Una vez identificamos la causa raíz del trastorno de la tiroides en un paciente, creamos un plan de tratamiento integral que tiene como objetivos:

• Reducir la exposición a toxinas, los ultraprocesados y otros factores estresantes físicos y emocionales.
• Optimizar la alimentación, el ejercicio y la gestión del estrés, de tal forma que se adopte un estilo de vida antiinflamatorio.
• Tratar cualquier infección o disfunción inmunológica identificada. 
• Respaldar la desintoxicación del cuerpo para optimizar la salud del intestino y del hígado, dos órganos muy vinculados a la tiroides.
• Personalizarun plan de suplementación que incluya nutracéuticos, adaptógenos o fitoterapéuticos, con demostrada efectividad y mínimos efectos secundarios. 

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Tenemos una amplia casuística de éxitos logrando que nuestros pacientes, en la  mayor parte de los casos, puedan suspender la complementación hormonal ordenada “de por vida”.

Entre las herramientas efectivas de las que disponemos, un papel importante lo ocupan los compuestos biológicos de Tiroides con Zinc y Yodo y las Autohemovacunas con un biológico para la Tiroides.

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