El síndrome de intestino irritable (SII), conocido comúnmente como colon irritable, es una condición crónica que se manifiesta a través de diferentes síntomas digestivos que pueden resultar muy incómodos y afectar la calidad de vida de quienes lo padecen.

Algunos datos relevantes relacionados con el SII y presentados por The International Foundation for Functional Gastrointestinal Disorders, son los siguientes:

• Se estima que en todo el mundo entre el 5-10% de la población tiene SII.
• La mayoría de los pacientes con SII tienen menos de 50 años.
• Entre el 20-40% de todas las visitas a los gastroenterólogos son por síntomas del SII.
• Aproximadamente 2 de cada 3 pacientes con SII son mujeres.

El hecho de que muchos de los síntomas del SII sean asumidos como “normales”, hace que muchas personas padezcan esta condición sin recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados que les permita mejorar su sensación de bienestar y prevenir complicaciones.

Síntomas que pueden alertarte sobre SII

Los síntomas del síndrome de intestino irritable pueden variar de una persona a otra, y también pueden desaparecer y aparecer a partir de influencias externas como la alimentación y el estrés. Sin embargo, los síntomas más comunes son:

1. Diarrea y/o estreñimiento: algunas personas con SII presentan diarrea con más frecuencia y otras, estreñimiento. En determinados casos, las personas reportan tanto diarrea como estreñimiento, solo que en diferentes momentos.

2. Dolor abdominal: los pacientes con SII describen el dolor abdominal de diferentes maneras: calambres, punzadas o sensación de “migraña” abdominal.

3. Distensión abdominal: hinchazón y sensación de vientre lleno o apretado.

4. Cambios en la apariencia de las deposiciones: se presentan alteraciones en el color o textura de las heces: más blandas o duras, más claras y oscuras, más delgadas o gruesas, con presencia de mucosidad, etc…

5. Gases y eructos: aunque estos dos síntomas pueden ser considerados naturales, encajan dentro de la sintomatología del SII cuando se presentan en exceso y acompañados de distensión y dolor abdominal.

Otros síntomas del SII pueden incluir:

• Náuseas o acidez estomacal
• Fácil sensación de plenitud
• Sensación de vaciado incompleto
• Sensación de alivio al defecar

Adicionalmente, los pacientes con SII también presentan síntomas extraintestinales como:

• Fatiga
• Dolor muscular
• Trastornos del sueño
• Dolor lumbar
• Dolor de cabeza
• Disfunción sexual

Causas, factores de riesgo y desencadenantes 

El síndrome de intestino irritable encaja dentro de los trastornos gastrointestinales funcionales, los cuales aparecen por una desregulación de las interacciones cerebro-intestino, las cuales son indispensables para una función digestiva normal. 

Aunque se desconoce con certeza la causa de esta alteración del eje intestino-cerebro y del síndrome de intestino irritable, algunos factores que pueden jugar un papel en su aparición son:

• Predisposición genética
• Infecciones intestinales
• Acontecimientos estresantes crónicos

Asimismo, se han determinado algunos factores o condiciones que pueden desencadenar o exacerbar los síntomas del SII:

• Sensibilidades alimentarias
• Estrés emocional o ansiedad
• Desequilibrios en la flora intestinal
• Sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado (SIBO)

¿Qué hacer si se sospecha de síndrome de intestino irritable?

Ante la presencia recurrente de cualquiera de los síntomas mencionados en este artículo, es necesario acudir a consulta médica para que el profesional de la salud realice el procedimiento pertinente que permita confirmar o descartar un diagnóstico de síndrome de intestino irritable. 

En consulta, el médico integrativo/funcional analizará la historia clínica, realizará un examen físico y ahondará en cada uno de los síntomas y en su origen. También se suelen solicitar exámenes para descartar otras enfermedades que simulan el SII.

¿Cómo se trata el SII desde la medicina integrativa/funcional?

La medicina integrativa/funcional reconoce al síndrome de intestino irritable como una condición multifactorial en la que los factores desencadenantes son diferentes para cada persona, y por ello, el tratamiento debe ser completamente individualizado.

Más allá de buscar un alivio momentáneo de los síntomas, en SaludDar buscamos y ahondamos en las causas subyacentes de estas molestias para corregirlas desde la raíz y así garantizar un alivio sostenible en el tiempo.

El tratamiento del SII incluye invariablemente la intervención en factores modificables como hábitos alimenticios, dieta, ejercicio, manejo del estrés y otros factores del estilo de vida.

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